El colágeno con mejor absorción son los péptidos de colágeno en forma líquida, justo la forma que más suelen recomendar los expertos.
¿La razón? Tienen la mayor biodisponibilidad, se absorben rápidamente y contienen la cantidad adecuada de colágeno para que realmente funcione. En este artículo verás qué forma de suplemento vale la pena elegir, qué ingredientes adicionales son realmente necesarios y qué dicen los estudios al respecto.
¿Qué beneficios puede aportar la suplementación con colágeno?
La suplementación con colágeno gana cada vez más popularidad entre quienes buscan mantener una piel radiante, uñas fuertes, cabello denso y articulaciones flexibles. El colágeno es una de las proteínas estructurales más importantes del cuerpo humano: aporta elasticidad a la piel, resistencia a las articulaciones y firmeza a los tejidos. Con la edad, su producción disminuye de forma natural, lo que lleva a muchas personas a recurrir a los suplementos.
Un buen ejemplo son los resultados de los estudios realizados con Primabiotic Collagen. El estudio, llevado a cabo en un laboratorio independiente, duró 90 días y contó con 20 personas de entre 30 y 66 años. Los resultados mostraron una mejora en la elasticidad e hidratación de la piel, así como una reducción visible de las arrugas. Además, el colágeno ayudó a mejorar el aspecto de las uñas, disminuir la celulitis y aumentar el grosor del cabello. Esto confirma que la suplementación regular puede apoyar los procesos naturales de regeneración del organismo.
También es importante fijarse en los ingredientes que acompañan al colágeno.
- La vitamina C apoya la producción natural de colágeno.
- La vitamina D contribuye al mantenimiento de huesos sanos y al correcto funcionamiento muscular.
- La biotina ayuda a conservar el buen estado del cabello y la piel.
Por eso, un suplemento de colágeno de calidad debe incluir vitamina C, vitamina D y otros ingredientes complementarios para obtener los mejores resultados.
¿Cómo elegir un suplemento de colágeno?
A la hora de elegir un suplemento, no solo hay que fijarse en la forma de colágeno, sino también en su composición, origen y calidad. Un buen producto debería cumplir con lo siguiente:
- Colágeno bovino - más estable, resistente a la temperatura y apto para personas alérgicas al pescado.
- Péptidos de colágeno - la forma más fácilmente absorbible.
- Dosis mínima de 10 000 mg de colágeno al día.
- Vitamina C - para apoyar la síntesis natural del colágeno.
- Fórmula limpia - sin conservantes, sin azúcar y sin aditivos innecesarios.
Cada vez más expertos coinciden en que los péptidos de colágeno son la opción ideal: moléculas fragmentadas que el cuerpo absorbe fácil y rápidamente. Además, si el producto no lleva conservantes ni azúcar, reducimos la ingesta de sustancias innecesarias y favorecemos la belleza de forma natural.
Formas disponibles de suplementación con colágeno
En el mercado encontrarás colágeno en pastillas, polvo, cápsulas y forma líquida. Todas tienen ventajas e inconvenientes, pero no todas son igual de efectivas. Aquí te contamos cómo funciona cada una:
Colágeno bebible
El colágeno bebible en forma líquida con péptidos de colágeno se considera la opción más efectiva. Este formato destaca por su alta biodisponibilidad y rápida absorción. Gracias a su consistencia líquida, el organismo no necesita digerir recubrimientos ni tabletas: los ingredientes llegan directamente al sistema digestivo. Además, la cantidad de colágeno en una sola porción líquida suele ser mayor, lo que permite alcanzar la recomendación diaria de 10 000 mg sin necesidad de tomar muchas cápsulas. El colágeno bebible es, por lo tanto, una alternativa cómoda, moderna y muy eficaz.
Colágeno en pastillas
El colágeno en tabletas es fácil de transportar, pero menos eficaz que en formato líquido. Suele contener menos cantidad de colágeno, por lo que es necesario tomar varias tabletas al día para alcanzar la dosis recomendada. Además, el tiempo de descomposición y absorción es mayor, lo que puede reducir su efectividad. Este formato puede resultar poco cómodo para quienes tienen dificultad para tragar pastillas.
Colágeno en polvo
El colágeno en polvo ofrece la posibilidad de ajustar la dosis a tu gusto: puedes añadirlo a batidos, yogures o agua. Sin embargo, su absorción puede ser menor que en el caso del formato líquido con péptidos. Además, requiere preparación diaria y no siempre se disuelve bien. Si no contiene vitamina C, su eficacia puede verse reducida. Tampoco es la opción más práctica para llevar de viaje.
Colágeno en cápsulas
El colágeno en cápsulas, al igual que en tabletas, suele contener poca cantidad de colágeno. Para notar resultados es necesario tomar varias al día. Su absorción es menor y la presencia de la cubierta puede retrasar su asimilación. No es la mejor elección para quienes buscan resultados rápidos y visibles.
Colágeno en gel
El colágeno en gel se aplica directamente sobre la piel y no se considera un suplemento oral. Aunque pueda relacionarse con la suplementación, no actúa desde el interior ni estimula la producción de colágeno en las capas profundas de la piel o en las articulaciones. Sus moléculas son demasiado grandes para atravesar la barrera cutánea y llegar al torrente sanguíneo. Por ello, actúa solo a nivel superficial: crea una capa protectora, ayuda a hidratar la piel y puede favorecer la cicatrización de pequeñas irritaciones o heridas. Es una buena opción como cosmético calmante y regenerador, pero no sustituye una suplementación oral eficaz. Si tu objetivo es mejorar la firmeza, elasticidad, reducir arrugas o cuidar las articulaciones, la mejor elección será el colágeno en formato líquido o en polvo.
El colágeno más biodisponible: ¿cuál es la mejor elección?
Si buscas resultados reales, opta por péptidos de colágeno. Dentro de las opciones disponibles, los shots líquidos sin azúcar ni conservantes son la elección más recomendada. El colágeno bovino es la opción más estable y segura para alérgicos al pescado.
En conclusión, para una suplementación efectiva, elige colágeno líquido con péptidos, en dosis de 10 000 mg diarios y con vitamina C. Una fórmula limpia y sin aditivos innecesarios es la clave para ver resultados visibles.
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