El ácido hialurónico es una sustancia natural presente en nuestra piel, responsable de mantenerla hidratada y elástica. Sin embargo, su cantidad puede disminuir por distintos factores que lo dañan o descomponen. Entre los principales se encuentran los radicales libres, la radiación UV, ciertas enzimas y un estilo de vida poco saludable. Como consecuencia, la piel pierde firmeza y se vuelve más propensa a la sequedad. En este artículo descubrirás qué factores aceleran la degradación del ácido hialurónico y cómo puedes prevenirla.
Índice
- El ácido hialurónico: ¿por qué es importante para la piel?
- ¿Qué factores destruyen el ácido hialurónico en el cuerpo?
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¿Cómo proteger el ácido hialurónico de la degradación?
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El ácido hialurónico: ¿qué tener en cuenta y cómo cuidarlo?
El ácido hialurónico: ¿por qué es importante para la piel?
El ácido hialurónico es un componente natural de nuestro cuerpo, presente en la piel, las articulaciones y los ojos. ¿Su secreto? Tiene la increíble capacidad de retener grandes cantidades de agua, lo que hace que la piel se vea más suave, firme y radiante. Es como una esponja que mantiene la hidratación desde el interior y da ese aspecto fresco y jugoso que tanto nos gusta.
El único inconveniente es que el ácido hialurónico no dura para siempre. Nuestro cuerpo lo produce y lo descompone de forma continua. ¿Qué lo destruye? Con el paso del tiempo - y por culpa de factores externos como el sol, el estrés o la contaminación - empezamos a perderlo más rápido de lo que podemos reponerlo.
¿Qué factores destruyen el ácido hialurónico en el cuerpo?
El ácido hialurónico no es algo permanente en nuestro cuerpo: se produce, cumple su función y después se descompone. Es un proceso totalmente natural y necesario para mantener el equilibrio de la piel. El problema aparece cuando esa degradación ocurre más rápido de lo que el cuerpo puede generar nuevas moléculas del ácido hialurónico. Entonces empezamos a notar que la piel pierde hidratación, firmeza y elasticidad, y que las líneas de expresión se vuelven más visibles.
La velocidad con la que el ácido hialurónico “desaparece” depende tanto de lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo como de los factores externos que nos rodean.
A continuación, te contamos cuáles son los principales enemigos del ácido hialurónico y cómo pueden afectar la salud y la belleza de tu piel.
Enzimas: las “tijeras” del ácido hialurónico
En nuestro cuerpo hay unas enzimas llamadas hialuronidasas que se encargan de descomponer el ácido hialurónico de forma natural. Este proceso es esencial para mantener el equilibrio y la salud de nuestros tejidos. Pero cuando estas enzimas se activan más de lo normal - por ejemplo, debido a inflamaciones - el ácido hialurónico se pierde más rápido.
Radicales libres y estrés oxidativo
Los radicales libres son moléculas que, cuando se acumulan en exceso, pueden causar bastante daño en nuestro cuerpo. Se generan, por ejemplo, por la exposición al sol, la contaminación ambiental o el hábito de fumar. Además, estos radicales atacan al ácido hialurónico, rompiendo sus moléculas en fragmentos más pequeños y reduciendo así su capacidad para mantener la piel hidratada y saludable.
El sol y el fotoenvejecimiento
El sol - La radiación UVA y UVB - acelera la formación de radicales libres, esos pequeños enemigos que atacan y destruyen el ácido hialurónico.
¿El efecto? La piel pierde hidratación y elasticidad, y con el paso del tiempo se vuelve más seca y menos firme. Por eso, usar protección solar todos los días es fundamental para mantener la piel suave y llena de vida.
Azúcar y glicación
Consumir demasiado azúcar y tener niveles altos de glucosa en sangre puede provocar un proceso llamado glicación. Básicamente, el azúcar se “pega” a las proteínas y otras moléculas, dañando su estructura. Además, la glicación aumenta la cantidad de radicales libres, que son otro golpe directo para el ácido hialurónico.
Inflamación
Aunque sea leve, la inflamación crónica en el cuerpo aumenta la producción de enzimas que degradan el ácido hialurónico.
Además, esta inflamación genera más radicales libres, acelerando aún más la pérdida de ácido hialurónico en el cuerpo.
Contaminación y el humo del tabaco
Respirar aire contaminado y estar expuesto al humo del tabaco aumenta el estrés oxidativo en el cuerpo.
Como resultado, la piel pierde ácido hialurónico más rápido y su estructura se debilita.
Bacterias y enzimas
Algunas bacterias tienen la capacidad de producir sus propias hialuronidasas. Cuando ocurre una infección, pueden degradar localmente el ácido hialurónico en los tejidos.
Temperatura alta y tratamientos estéticos
Las saunas, los baños calientes prolongados y algunos tratamientos de medicina estética - especialmente los que usan calor o luz intensa - pueden aumentar la producción de radicales libres o estimular las enzimas que descomponen el ácido hialurónico.
Pero eso no significa que debas evitarlos por completo. La clave está en usarlos con moderación y bajo condiciones adecuadas para cuidar la salud y belleza de tu piel.
Envejecimiento natural
Con los años, el cuerpo produce cada vez menos ácido hialurónico. Es un proceso totalmente natural: aunque no haya factores externos que lo dañen, su cantidad disminuye poco a poco.
Esta degradación forma parte del envejecimiento fisiológico y explica por qué, con el tiempo, la piel pierde hidratación, volumen y firmeza.
¿Cómo proteger el ácido hialurónico de la degradación?
Ahora que ya sabes qué factores dañan el ácido hialurónico, es momento de descubrir cómo puedes frenar su degradación. Aunque este proceso es completamente natural, muchos de nuestros hábitos diarios pueden influir en su ritmo. La buena noticia es que, con algunos cuidados sencillos, puedes ayudar a tu piel a mantenerse más firme, hidratada y luminosa por más tiempo. Te presentamos consejos para cuidar el ácido hialurónico en tu día a día:
- Protege tu piel del sol: Usar protector solar a diario ayuda a reducir la formación de radicales libres.
- Incluye antioxidantes en tu dieta: Frutas, verduras, frutos secos y té verde ayudan a neutralizar los radicales libres.
- Reduce el consumo de azúcar: Menos glicación significa una piel más joven y elástica por más tiempo.
- Evita el humo del tabaco y la contaminación: Así disminuyes el estrés oxidativo y la inflamación.
- Mantén la piel bien hidratada: Una rutina de cuidado adecuada estimula la producción natural de ácido hialurónico.
- Considera la complementación: Los complementos alimenticios con ácido hialurónico, colágeno o vitamina C pueden apoyar la hidratación y firmeza desde el interior los suplementos con ácido hialurónico o con ingredientes que favorecen su producción (como la vitamina C o el colágeno) pueden ser un buen complemento para la dieta. Es importante elegir productos de confianza y adaptados a tus necesidades.
- Adopta un estilo de vida saludable: Dormir bien, moverte con regularidad y seguir una alimentación equilibrada beneficia todo tu cuerpo, incluida tu piel.
El ácido hialurónico: ¿qué tener en cuenta y cómo cuidarlo?
El ácido hialurónico es uno de los componentes clave de la piel, responsable de mantener su hidratación y elasticidad. Con el paso del tiempo - y bajo la influencia de factores como el sol, los radicales libres, el azúcar o la contaminación - su cantidad va disminuyendo poco a poco. La buena noticia es que podemos ralentizar este proceso: protegiéndonos de los rayos UV, llevando una alimentación equilibrada, evitando los malos hábitos y cuidando la piel tanto por fuera como desde dentro.
Como complemento a la rutina de cuidado, también puedes incorporar suplementos, como el Ácido Hialurónico bebible de Primabiotic, que combina ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular.
Esta fórmula es muy demandada porque actúa tanto en la superficie como en las capas más profundas de la piel.
Además, Primabiotic se basa en ingredientes cuidadosamente seleccionados y respaldados por estudios que garantizan su seguridad y eficacia.
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